NO DESPRECIEMOS EL CONOCIMIENTO DE DIOS

Cuando nosotros los seres humanos somos indiferentes a Dios, somos indiferentes a conocerlo a él, nosotros mismos somos los que entramos a propias calamidades y a problemas, usted puede decir yo voy a la iglesia para conocer a Dios, talvez usted en este momento piensa eso, pero sus actitudes y sus decisiones diarias pueden demostrar lo contrario. Entendamos que en la Biblia aparece mucha historia de mucha gente, que talvez tenía grandes cosas, grandes virtudes, grandes conocimientos, pero desde el momento que ellos dejaron de conocer a Dios, venia calamidad a ellos.

Incluso lo dice la Biblia en Isaías 47:10-11 aquí Dios le habla a una ciudad... “Te sentiste segura en tu maldad, y dijiste nadie me ve, tu sabiduría y tu conocimiento te han engañado y dijiste en tu corazón: Yo y nadie más, pero un mal vendrá sobre ti, que no sabrás conjurar,  caerá sobre ti un desastre que no podrás remediar, vendrá de repente sobre ti, una destrucción que no conoces”. El Cristianísmo moderno ha caído o está viviendo bajo esta frase: “Yo y nadie más” ¿por qué?

Hoy en día talvez la gente dice “Yo y nadie más”, por que piensan que pueden hacer cosas por si mismos, sin embargo también aquellos que se creen más espirituales que otros viven bajo el lema “Yo y Dios”. Que problema estamos viviendo en el Cristianísmo, por que una de las cosas que no comprendemos es que nosotros no estamos en esta vida para que Dios apoye nuestras visiones, sino que nuestro alimento es hacer la voluntad de nuestro Padre, estamos para hacer la voluntad de Él, no para que Él venga a hacer nuestra voluntad o nuestra visión de vida, el problema es que hemos llegado a esta clase de arrogancia y decir: “Yo y Dios” o por ejemplo frases como tales: “¡Es que la presencia de Dios siempre irá conmigo!” no, la presencia de Dios está en usted que es diferente.

Pero siempre el hombre se comienza a enfocar en el centro de toda la teología, de toda la Biblia, y comenzamos a pensar que Dios está para servirnos, pero ¿de dónde surge eso? Lo dice el Señor: “tu sabiduría y tu conocimiento te han engañado” hoy en día el Cristianísmo está envuelto en un engaño terrible, en donde el conocimiento que ofrece el mundo hace que despreciemos el conocimiento de Dios.